El mural muestra una hipnótica composición en la que la figura dialoga con la fisonomía del edificio en un sugestivo juego de planos y colores. A través de la combinación del figurativo y el abstracto, invita a reflexionar sobre lo oculto y lo visible en los relatos alrededor de las identidades propias y colectivas.
Vanesa Galdeano (arquitecta) y Analí Chanquía (licenciada en Artes) llevan más de 12 años trabajando en espacios públicos. Comenzaron a producir juntas en 2015. Su línea fundamental de producción pictórica, destaca la representación de una gran variedad de rostros para visibilizar la diversidad en el espectro de la comunidad y la existencia de distintos colectivos. Estos personajes se encuentran con frecuencia dentro de las arquitecturas que se utilizan como soporte y que se integran en ellas mediante el color y la forma.
Muralismo en Compostela