La muestra representa la obra del fotógrafo ourensano que vio la luz, a lo largo de un cuarto de siglo, cada 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes, en el periódico La Región. Ese día, cuando el año estaba a punto de terminar, Augusto Pacheco construía una estructura compuesta por un texto, de carácter periodístico, y una fotografía, de estilo más o menos fantástico, que resumía acontecimientos, locales o universales, del año que se iba.
Según afirmaba Pacheco, la idea, en su origen, se basaba en la creación de relatos imaginarios que, al venir acompañados de imágenes fotográficas —estrictas reproductoras de la realidad, según creía el autor— adquirían la posibilidad de ser interpretados como eventos o situaciones posibles, reales. “Resulta interesante el hecho de que el fotógrafo, como la mayoría de sus contemporáneos, fuese un firme defensor de la fiel reproducción de la realidad que proporcionaba el dispositivo fotográfico y, al mismo tiempo, desarrollase una práctica de demolición de esa fidelidad y de exploración de lo que es verdadero —la realidad— frente a lo que es simplemente verosímil, la representación fotográfica”, explican desde la organización de la muestra.