Nuestros mercados son equipamientos públicos con una importante función social y económica en nuestras villas y territorio, conectando producción y consumo locales. Sin embargo, se enfrentan a cambios sociales y presiones económicas. No debemos limitarnos a hacerlos rentables convirtiéndolos en destinos turísticos o establecimientos gastronómicos, sino insistir en que sigan desempeñando un papel cada vez más importante en las relaciones entre la comunidad, el medio ambiente y la actividad económica.

Las plazas de abastos forman parte de nuestra identidad y queremos protegerlas pero, ¿cómo proteger su actividad y su carácter social más allá del propio edificio y su arquitectura?

¿Acaso un mercado municipal no es la conexión directa con el sector primario? ¿Y siendo un mercado «del municipio» las gobernanzas no deberían ordear y facilitar estas conexiones? No deberíamos garantizar el derecho la una alimentación saludable y de proximidad de nuestros pequeños y mayores?

Estas son las cuestiones que aborda la nueva muestra de Casa RIA, disponible en su espacio expositivo a partir del 22 de enero de 2025.