En 2022 lanzó su primer álbum largo, Tiene que ser para mí, mostrando evolución compositiva y consolidación en directo. Forma parte de una generación de artistas que desafían el mainstream desde la independencia estética, manteniendo control artístico. Sus influencias incluyen Billie Eilish, James Blake, Bon Iver, Nina Simone y Charles Aznavour, y su música refleja melancolía, intimidad y sensibilidad vocal madura. Actualmente, sigue siendo una de las voces más singulares y coherentes de su generación, con una apuesta constante por la sinceridad artística.