Johanna Malangré, directora
Alexandra Dariescu, piano
Tras el Cometa de Lula Romero, celebramos el 150 aniversario de Ravel con dos obras. La primera, Pavane pour une infante défunte, alude a una corte española imaginaria. Muy distinto es el Concerto pour piano en sol majeur, influido por el viaje de Ravel a Nueva York y marcado desde el inicio —con un látigo— por el espíritu del jazz.
La estadounidense Mary Howe fue una gran orquestadora, y compuso buena parte de su obra sinfónica en la colonia artística de New Hampshire. Stars nació tras largas noches contemplando el cielo desde su porche; también nocturna es Pelléas et Mélisande, que fascinó a Schoenberg, Debussy y Sibelius. Fauré escribió la música incidental para la obra teatral en 1898 y, después, la suite. El que hoy es su movimiento más célebre, la Sicilienne, fue un añadido posterior.
CONVERSANDO CON… Johanna Malangré
Sala Mozart, 19:45 h
Con la participación del alumnado de la EAEM