Ricardo Llorca nos invita en esta Cantata, obra encargo de la S.A.M.I Catedral de Santiago, a profundizar en el encuentro con nosotros mismos a través del camino que ha de iniciarse para alcanzar ese estado de luz y paz interior. Para ello, no solo ha recurrido a el Codex Calixtinus, manuscrito de mediados del siglo XII, y a homilías de los Papas Francisco y Benedicto XVI, sino que también incorpora textos recogidos en los diarios de peregrinación de su familiar Concha Llorca Zaragoza como resultado de ese peregrinaje interior del propio compositor.