La idea original de Laura al abrir su tienda fue traer a Santiago de Compostela ropa de diseñadores emergentes y de firmas más consolidadas, ya que al ser una ciudad pequeña, pero llena de universitarios y funcionarios, pensó que un aire nuevo a la ciudad le vendría de maravilla.

Dentro de los diseñadores emergentes apuestan por firmas como CHULA, una pareja de gallegos afincados en Vietnam que hacen todas sus prendas a mano y en seda,  MÓNICA CORDERA, joven asturiana afincada en Galicia, ediciones limitadas realizadas integramente en Galicia, LUNA MORENO, una joven firma de dos arquitectas que han pasado al mundo de la moda. Confeccionada en Barcelona, resulta muy interesante por sus cortes y juego de volúmenes, AMAIA ZABALA, joven de San Sebastián (como la propia Laura) afincada en Londres con diseños urbanos, elegantes y con un sello muy personal, SARA COLEMAN, diseñadora gallega que desfila en Cibeles Fashion Week y AMBROSÍA PITIGÜIL, dos hermanas  bilbaínas que empezaron con diseño de bolsos y ahora tienen colección de ropa.